Tener una visión amplia y compartida nos ayuda a entender
más el mundo que nos rodea. A diario experimentamos diferentes eventos y
situaciones que no logramos comprender o encontrar sus soluciones, porque nos
percatamos sólo en aquellos factores que son visibles para todos, pero no en
los simples, que pueden ser los más
importantes. Es en ese momento cuando debemos adaptar a nuestro pensamiento la
sistémica, que nos ayuda a entender la complejidad de la realidad, a
interrelacionar todas las partes, a entender que todo lo que conforma a este
mundo es un sistema, desde nuestro cuerpo, las empresas, las familias, hasta la
naturaleza.
Al pensar sistémicamente podemos ver las cosas como un todo,
que cumplen un propósito y se ajustan a este mundo cambiante. Pero es aún más
interesante, cuando se adopta esta postura desde la visión de un Ingeniero
Industrial, porque se puede aplicar el pensamiento sistémico para proporcionar
soluciones en las que se deben considerar diferentes elementos y su relación
con el sistema en cuestión.
Así mismo, entrando un poco en el campo laboral de un
Ingeniero Industrial, podemos pensar que él es como un Piloto en un planta de
producción, en el departamento de finanzas o en el de planeación, sin importar
cuál sea su cargo, este persigue una meta y define la ruta para cumplirla, pero
no solo él, sino todo el personal que lo acompaña. Cuando un Ingeniero
Industrial aplica el pensamiento sistémico sobre su forma de ejercer la
profesión, entiende que las personas, son el motor de una fábrica, sin ellos es
imposible la producción. Además debe saber comunicarse al expresar sus ideas
con sus directivos, con la sociedad y con su personal, y a la vez adquirir el
conocimiento y las experiencias que le ofrecen las personas y los diferentes
eventos que ocurren.
Un Ingeniero Industrial no debe soñar con ser un jefe
autócrata, sino uno con el cual sus trabajadores puedan contar. Es allí cuando
entiende que puede estar presente en todo lo que ocurre alrededor de una
planta, sin pasar sus horas laborales solamente en su oficina, sino vivenciando
que sienten los trabajadores, como es la calidad del ambiente para trabajar,
cuales son las condiciones y salubridad que se les ofrece. Todos estos aspectos
ayudan a que el Ingeniero Industrial puede liderar de buena forma la empresa y
además pueda entender los problemas que se presenten a diario. De esta manera,
los empleados encuentran en su jefe un punto de confianza que permite crear un
dinamismo productivo al ser escuchado y tenido en cuenta, para el desarrollo de
la empresa.
Un buen Ingeniero Industrial comparte su conocimiento a
todos sin importar el nivel de educación de los demás, dando importancia a su
vez a la capacitación continua del personal a cargo, trabaja en equipo,
organiza los operarios según sus habilidades y capacidades, interpreta la
circularidad de la realidad, conecta los diferentes factores que lo rodean y
toma buenas decisiones, al comprender
que todos aspectos son necesarios para que el sistema funcione.
Para concluir quisiera compartir un poco acerca del libro “LA META, UN PROCESO
DE MEJORA CONTINUA” escrito por Eliyahu M. Goldratt. En este, se narra la
historia de una fábrica de producción que va a ser cerrada por diferentes problemas
como: pocas ganancias generadas para la compañía, pérdida de clientes por
retrasos en pedidos, ineficiencias, poco rendimiento y rentabilidad. El libro
se enfoca en la forma como el Ingeniero Alex Rogo, director de la fábrica,
busca la solución a todos estos problemas, entendiendo la meta de toda fábrica,
como el hecho de ganar dinero. Pero más allá de esto, lo que en realidad me
llamo la atención de este libro, fue que Alex comprendió que para poder salvar
su fábrica debía reconocer la importancia de trabajar en equipo, de experimentar
lo que pasa realmente al bajar los escalones que conectan su oficina con la
planta, y enlazar todos los elementos, al conocer un poco más a sus empleados.
Gracias al hecho de estar más cerca de sus trabajadores y comprender con una
visión holística todo lo que ocurría en su empresa, pudo salvarse de la ruina
no sólo asimismo, sino también a todas las personas que trabajan en ella.
De esta manera es como el pensamiento sistémico permite que
el Ingeniero Industrial pueda entender el mundo que lo rodea y usar todas las
herramientas que le brinda esta maravillosa forma de pensar y actuar.